jueves, 8 de septiembre de 2016

De vuelta a la rutina, pero antes...

... ¡Muy buenas noches!
¿Se acaba el verano y sentís que con su ida desaparecen vuestro entusiasmo, vitalidad y alegría? ¿Empieza el nuevo curso y pensáis que va a poder con vosotros? ¿Creéis que en cuanto los exámenes aparezcan desaparecerá vuestra libertad? Si habéis leído esto como un anuncio de teletienda... estáis en el lugar adecuado, en el blog adecuado, en vuestro paraíso. Hoy os voy a vender la felicidad eterna, independientemente de las condiciones y la época del año.
Para empezar... ¿cómo hacer para que el principio del curso no sea el final de nuestra libertad?
Yo tengo las respuestas:
1. Madrugar no es necesariamente un problema. Fastidia, lo sé, pero podemos seguir durmiendo las mismas horas si sabemos cómo organizarnos. Incluso podemos reorganizar el horario para dormir un par de horas menos si lo preferís. Mi recomendación para rendir en el instituto es dormir un mínimo de ocho horas, siete todo lo más. Yo duermo nueve. Un horario decente sería acostarse a las once y media y levantarse a las siete o siete y media (en mi caso), eso hace ocho horas.

2. Desayunar... ¡chocolate! Si hay algo bueno es la comida, sea cuándo y dónde sea y si se puede elegir, ¿qué menos? Está demostrado que el chocolate produce una sensación de felicidad y bienestar, por lo que consumirlo por la mañana no sólo nos ayudará a ver la vida de color de rosa y a hacer del colegio un sitio mejor, sino que nos mantendrá alerta.

3. Una vez en clase... ¿por qué sentarse al final? No hace falta que parezcas un empollón, pero tampoco un marginado ni un radical. ¿Por qué centrarse en los extremos? En el punto medio está la virtud. Lo que un maestro quiere es silencio, independientemente de si le prestáis o no atención. Pero cuando pregunta, siempre suele fijarse en los distraídos, especialmente, los de la última fila. También puedes sentarte en las esquinas de delante, o en segunda fila. Lo importante es que le transmitas al profesor un mensaje de compromiso, respeto y escucha. Asiente cuando hable aunque estés pensando en esa serie tan fabulosa que estrenan mañana.

4. Y ahora... los deberes. Esos acérrimos enemigos. ¿Y si los convertimos en aliados? No hay nada que odiemos más que una sarta de deberes cuando venimos de estar seis horas sentados frente a una pizarra negra. Y peor aún cuando van acompañados de una larga retahíla de gritos por parte de los padres o de un montón de hojas de apuntes para estudiar... ¡o ambas a la vez! Pues vamos a patear los malos hábitos y a hacer de los deberes una minucia. ¿Cómo? Fácil. Yo los hago mientras veo la tele o escucho música. Pero eso depende de la dificultad y seriedad de la tarea y, especialmente, de la concentración de cada uno. Se recomienda música sin letra para evitar distracciones. Yo recomiendo organizarse (la organización siempre es la clave) para repartirse la tarea en varias horas separadas y que no se haga tan pesada. Tras comer, una media hora de deberes, o una asignatura. Descanso, actividades libres y voluntarias, siesta y otra media hora o asignatura. Descanso. Y así hasta acabar los deberes del día y estudiar lo poco que habéis avanzado (o lo mucho, según el profesor xD) Poco a poco. Y así el día que no manden deberes lo tendréis completamente libre. Y el fin de semana será todo vuestro. Un fin de semana dedicado a no hacer ABSOLUTAMENTE NADA, como si fuera otra vez verano. ¡Hala, magia!

5. Para terminar... hablemos de los pesados exámenes y profesores. Las putadas que nos hacen algunas veces. ¿Cómo evitarlas? Bueno, este tema es más complejo. Sólo acordaos de una cosa: a los profesores siempre les encanta tener la razón por lo tanto empezad por ahí cada vez que vayáis a quejaros o proponer algo. Siempre entonar el mea culpa y pedid, suplicad clemencia. ¿Un 4.9? Vaya, tuve un mal día y mira que el examen lo chapurreaste en clase. ¿Podría repetirlo? Les encanta ver que tenéis interés en su asignatura, posiblemente si suspendéis un examen con un 4 o así y en el resto tenéis seises y sietes y hacéis caso del tercer consejo... los tendréis comiendo de vuestra mano y os aprobarán.
   


Espero haberos ayudado con estos pequeños consejos y tips para empezar el curso con buen pie. La idea me la dio un amigo de un foro: Aprendiz

¡Un besazo y suerte!

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